abril 01, 2008


Alguien, en uno de esos momentos críticos, escuchó como una voz en su cabeza le decía éstas cosas:



No entres en pánico.

No entres en pánico.

No te vuelvas obsesiva.

No te pongas paranoica.

No hagas nada de lo que te vayas a arrepentir.

No hagas nada brusco.

No entres en pánico.

No entres en pánico.

No golpees ninguna superficie.

No tires ningún objeto.

No lastimes tu cuerpo.

No pienses constantemente en eso.

No pienses compulsivamente en eso.

Ya todo se va a arreglar.

Ya todo se va a curar.

Ya todo va a estar bien.

En algún momento.

Si, en algún momento.

Tal vez

Cuando este muerta.

Si, tal vez cuando este muerta.

Tal vez podría acelerar ese proceso y suicidarme.

Si, suicidarme.

Para no entrar en pánico.

No entres en pánico.

Soltá el cuchillo.

Sentate.

No todo es tu culpa.

No entres en pánico.

Ya todo se va a arreglar.
Ya todo va a estar bien.

Tal vez, cuando estés

muerta.

Debería suicidarme.
Pero sin entrar en pánico.

Hacerlo seguro y con calma.

Sentate.

Respira.




Suerte que hoy yo también pude escucharla.







No hay comentarios: